jueves, 28 de enero de 2016

Solomillo de Cerdo al Membrillo

Estaba en casa pensando que hacer para una comida de domingo, que no me diera mucho trabajo pero que no fuera algo de todos los días por que era fin de semana y es lo que más recuerdo de pequeña. Los fines de semana, la comida era distinta a la comida de diario. No se si seria el comer en el comedor en vez de en la mesa de la cocina o el tener más tiempo de sobremesa para degustar maravillosos postres. Por supuesto, cualquier cosa que cocines si le das un pequeño giro puede ser una comida especial.
Hace un tiempo como os conté en noviembre, hice Dulce de Membrillo y como tengo en mi nevera un recipiente con un buen trozo de él, me decidí a utilizarlo en esta receta salada. 
El Membrillo tiene otras posibilidades, además de ser un postre estupendo. El cerdo le va muy bien, eso si, si te gusta el contraste de dulce con salado. Aunque como sólo va por encima en caso de que alguien no sea muy forofo por la combinación de sabores, con quitar la capa superior está todo solucionado.
Con este plato de horno, disfrutaras de los sabores y el color que da a la carne es una maravilla.
¿Qué se necesita?
- Dulce de Membrillo
- Solomillo de Cerdo
- Cebollas
- Patatas
- Ajos
- Sal
- Pimienta
- Aceite de Oliva Virgen Extra
Precalentamos el horno a 180ºC
Mientras que el horno coge la temperatura ideal, elegimos una fuente para horno.
Pelamos y cortamos en rodajas finas cebolla y patata, la cantidad al gusto de cada uno, tened en cuenta que será la cama del solomillo.
En la fuente de horno echamos un chorrito de aceite,  esparcimos la cebollas por encima.
Esparcimos unos 5 ajos con piel, que habremos aplastado un poco, antes de poner sobre las cebollas.
Colocamos también las patatas y salpimentamos todo.
Salpimentar el solomillo y colocarlo sobre el lecho de cebollas, ajos y patatas.
Sobre el solomillo colocar unas lonchas de dulce de membrillo.
Meter al horno durante unos 35 minutos o hasta que lo pinchéis y no salga liquido rosa.
Ya sólo queda que nos sentemos en la mesa a disfrutarlo.
¡Espero que os haya gustado!

sábado, 23 de enero de 2016

Naranjas con Canela


En Enero ya se pueden recoger las naranjas nuevas, por lo menos en Castilla la Mancha.
El color maravilloso de las naranjas ilumina los días apagados de invierno y te recuerdan que en primavera el naranjo estaba repleto de sus flores de azahar que llenaban todo el ambiente. A su vez el olor del azahar te transporta al invierno con su aroma de roscón de reyes. Es un circulo vital impresionante que se extiende por tus sentidos y hace que aprecies el fruto de un árbol que has visto florecer poco a poco. 
Mis padres tienen un maravilloso naranjo ecológico en el patio trasero. Es genial salir por la mañana y poder coger las naranjas que quieres para hacerte un zumo para el desayuno. Y encima fresquito. ;)

Esta fruta que favorece la absorción de hierro gracias a su vitamina C, da muchas posibilidades.
Hoy os voy a contar otra forma de disfrutarla. Eso si, una vez la hagas ya puedes ser rápid@ para conseguir coger alguna rodaja de "felicidad". Una vez estéis todos preparados con plato, tenedor y cuchillo tendréis que hacer una cuenta atrás antes de entrar al ataque por degustar este postre que sorprenderá a más de uno. Así, lo hacemos en mi casa para poder comer alguna rodaja de estas maravillosas naranjas. ¡No todos los días tienes la posibilidad de degustar fruta pelada y lista para comer!
¿Qué se necesita?
- Naranjas
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Canela
Fácil, fácil, ¿verdad?
Lo primero es ver cuantos vais a ser, para ver cuantas naranjas queréis pelar. Una por persona esta bien, si no son muy grandes o si no has comido una barbaridad o si te encanta la fruta. Cada uno se conoce bien.
Ahora que ya has decidido cuantas naranjas necesitas, sólo hay que pelarlas y cortarlas en rodajas finas. De 1 centímetro está bien. Si son muy finas se romperán muy fácilmente.
Extender las rodajas en una fuente para servir, sin amontonarlas.
Echar un chorrito de aceite por encima de todas las naranjas.
Por último, espolvorear bien de canela sobre cada una de las rodajas de naranja.
¡¡¡Ya solo queda esperar la hora del postre para deleitarse!!!

viernes, 22 de enero de 2016

Flores de Hojaldre de Espinacas con Tomates Secos

El hojaldre es genial por que nos puede sacar de un apuro en cualquier momento, yo lo tengo en la nevera casi siempre.
Te da la posibilidad de hacer algún primer plato o entrante salado y también te sirve para hacer un postre con el que quedarás genial.
Hacerlo tiene su maestría por que es muy laborioso pero si tienes un buen hojaldre fresco esperándote en el refrigerador se te pueden ocurrir mil y una opciones.
Hoy os presento unas Flores de Hojaldre con crema de espinacas y tomates secos, deliciosas. Es suave pero con un punto sabroso por los tomates y el queso que lleva dentro.
Son fáciles, rápidas y se puede preparar todo con antelación.
¿Qué se necesita?
- 200 g de Espinacas Congeladas
- Ajo en polvo
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- 100 g de Harina
- 400 ml de Leche
- Sal
- Nuez Moscada
- Pimienta Blanca Molida
- 15 Tomates Secos
- Agua
- 1 rulo de Queso de Cabra
- 1/2 cucharada de queso gorgonzola picante
- Hojaldre Fresco
- 1 Huevo Batido
Vamos a preparar las espinacas, yo lo hice con espinacas congeladas por que las tenia a mano. Se ponen en un cuenco con una pizca de sal y ajo en polvo. Tapar con film transparente y al microondas. Así las podéis descongelar y cocinar a la vez. Cuando empiecen a oler genial es que estarán listas.
Mientras tanto, hacemos una salsa bechamel suave.
Ponemos en un cazo un poco de aceite y harina en montañita, que vamos removiendo con unas varillas hasta que se dore un poco. Añadimos poco a poco la leche fría y así vamos incorporándola hasta que veamos que va espesando. Añadimos un poco de sal, nuez moscada y pimienta blanca molida.
Los tomates secos los hidratamos poniéndolos en una taza cubiertos de agua caliente. Una vez hidratados los troceamos en daditos.
El queso de cabra lo cortamos en rodajas finitas, una para cada flor de hojaldre y el resto lo reservamos. 
Una vez lista la bechamel incorporamos las espinacas, los tomates, el queso gorgonzola y el queso de cabra que habíamos reservado. Hay que removerlo todo en caliente para que los quesos se fundan y quede cremoso.
Templar la crema de espinacas y meter luego en la nevera para que esté bien fría y espesa.
Precalentar el horno a 200ºC.
Extendemos el hojaldre y hacemos cuadrados iguales, yo hice sólo 5 por lo que me sobro 1 cuadrado de hojaldre que deje en la nevera plastificado para otro día.
Sobre una rejilla de horno, extender papel para hornear y engrasarlo. Colocar los cuadrados sobre el papel un poco separados.
Sobre cada cuadrado vamos a ir poniendo cucharadas de la crema, a gusto de cada uno, en el centro de cada cuadrado. Hay que dejar un borde alrededor.
Como la crema está espesa y fría no se desbordará.  
Sobre la crema ponemos una rodaja de queso de cabra que habíamos reservado previamente.   
Unimos cada esquina del cuadrado con su opuesta presionando un poco en el centro de unión.
Yo hice unos adornos para el centro con unos cuadraditos pequeños de masa de hojaldre cortándolos en 4 sin llegar al centro y girándolos.
Barnizar con huevo por encima y meter en la nevera de 10 a 15 minutos para que así en el horno no pierdan mucho la forma.
Sacar de la nevera y al horno en unos 15 minutos o cuando veáis que han crecido y se ha quedado dorados estarán preparados para servir calentitos.

¡Espero que los os gusten!

sábado, 16 de enero de 2016

Tarta Cupcake Gigante

El día que vi a Alma Obregón haciendo un cupcake gigante, me quede fascinada, por que era una idea muy chula para una tarta y siempre hace cosas estupendas que te encantaría probar para darte un homenaje.
Pero aquí está la pregunta clave, y si no tienes el molde especial. ¿Cómo la haces? Pues yo lo hice con una flanera, un molde de diámetro mayor y un cuenco con la base redondeada, y si, funcionó genial como podéis ver.
Además, de ser una tarta vistosa, es una tarta que da para poder ofrecer tarta a un regimiento, bueno es un decir, pero a muuuucha gente si, por que como tiene altura pues las porciones no necesitan ser especialmente gruesas.
La tarta es deliciosa y permite la posibilidad de decorarla de mil maneras como se hace con los cupcake normales o minis.
¿Qué se necesita?
- 9 Huevos
- 375 g de Azúcar
- 156 g de Mantequilla Fundida
- 270 g de Harina
- 3 Cucharaditas de Levadura
- 120 g de Almendra Molida
Para el relleno y exterior:
- Agua
- Pasta de Vainilla
- Confitura de Frambuesa
- Frambuesas
- Bolitas de Cereales de Chocolate Puro y con Leche
- Ganaché de Chocolate: 270 g de Chocolate + 300 ml de Nata
- Queso de Untar 
- Azúcar Glacé
- Colorante Rojo Alimentario
- Perlas de Azúcar
Ponemos en marcha el horno a 180ºC.
Tenemos que separar las claras de las yemas. Las yemas las batimos y las reservamos para más adelante.
Montar las claras y cuando estén subiendo ir añadiendo el azúcar poco a poco.
La mantequilla fundida hay que incorporarla con movimientos envolventes. Cuando esté bien incorporada, añadir las yemas.
Por último, tamizamos la harina con la levadura y la almendra molida. Lo incorporamos poco a poco.
En los moldes ya engrasados echamos la mezcla y al horno durante unos 35 minutos. 
Cuando lo pinchemos y la varilla salga limpia, están listos.
Ahora dejar enfriar sobre una rejilla y desmoldar cuando estén fríos.
Envolver en film transparente y dejar reposar en la nevera al menos 1 noche.
Montaje
Al día siguiente, sacar de la nevera, pinchar la parte alta de los 2 bizcochos que van a hacer de base del cupcake.
Preparar una  ganaché de chocolate negro y reservarla.
Hacer una crema de queso con queso de untar e ir mezclando con azúcar glacé al gusto de cada uno. Añadir un poco de colorante alimenticio rojo si la queréis rosa y dejar reposar en la nevera en una manga pastelera para luego utilizarla.
Mezclar una taza de agua caliente con una cucharadita de pasta de vainilla y bañar los dos bizcochos con ello. 
Entre los dos primeros bizcochos echar confitura de frambuesa.
Entre el bizcocho siguiente y la parte alta del cupcake extender confitura con frambuesas y frambuesas por el bizcocho.
Antes de colocar la parte alta del cupcake puse bolitas de cereales intercalando chocolate negro y con leche por el borde.
Con la ganache de chocolate templada empezar a cubrir los bizcochos que hacen de base del cupcake. Hay que hacer varias capas para poder hacer las líneas verticales.
Ya estamos llegando al final. Sólo queda decorar la parte alta del cupcake. La cubrí con crema de queso y perlas de azúcar. 
¡Ahora, a disfrutar de la tarta!
Toma Nota:
  • Podéis rellenar con cualquier crema, mermelada o confitura que prefiráis. 
  • La decoración del Cupcake podeís hacerla a vuestro gusto, imaginaros un cupcake pequeño y plasmarlo en este grande, poniendo estrellas, flores....
  

miércoles, 13 de enero de 2016

Huevos al Plato


Después de tantos días libres en Navidad ya estoy aquí con una cena rápida.
Pensé que con tantos días con los niños en casa conseguiría que se durmieran pronto y tendría tiempo para escribir y para mi, pero craso error el mío. Entre ir a cuentacuentos, al parque, a ver las luces navideñas, a quedar con sus amiguitos, a las celebraciones navideñas, etc... estaban como motos, así que nada de acostarse temprano. Eso si, la ventaja era que tampoco madrugaban :)
Se me quedaron algunas recetas en el tintero pero poco a poco las iré escribiendo.
Los huevos al plato es un plato que recuerdo de cuando era pequeña, era estupendo cuando lo preparábamos y todos colaborábamos en la preparación añadiendo algo al plato para que en el horno se unieran todos los sabores y olores para hacer un plato de los que te hacen la boca agua.
Es fácil, se puede hacer con cualquier cosa que tengas en la nevera, los ingredientes por tanto pueden variar a tu gusto, si se quiere se puede quitar la carne y hacerse solo vegetal, pero yo tenía una morcilla choricera de Extremadura y había que probarla.
¿Qué se necesita?
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Guisantes
- Espinacas
- Ajo 
- Alcachofas 
- Quesitos
- Morcilla choricera
- Huevos
- Tomate frito o pisto (si lo tienes preparado)
Tenéis que tener un cuenco o fuente individual que aguante el calor del horno, yo tengo unas cazuelitas de barro preciosas que aguantan "carros y carretas".
Una cazuelita por persona, así según sale del horno se puede servir a cada uno, esperando un poco para no quemarnos. 
En la cazuelita se echa un chorrito de aceite pequeño y encima en un lado unos guisantes (pueden ser congelados por que en el horno se hacen).

En otro lado unas espinacas, pueden estar también congeladas o hechas anteriormente si las queréis sofreír con ajito antes, como las puse yo.

Colocas unas alcachofas en trozos por donde prefieras, así como 1 quesito y medio por persona en pedacitos y la morcilla en trocitos dispersa por todos lados.

Ahora sólo falta el huevo que se echa crudo encima de todo y un poco de tomate frito para cubrir todo, menos un poco de clara y la yema.

Meter al horno sobre la rejilla en el centro del horno a 180ºC y esperar unos 15 minutos e ir viendo cuando está cuajada la clara que hemos dejado al descubierto y la yema. En ese momento estará listo para servirse.

Toma Nota:
  • Si solo tenéis fuentes grandes podéis hacerlo para varios a la vez, la diferencia es que quizá tarde un pelín más y luego habrá que emplatar.
  • Puedes cambiar la morcilla choricera, por cualquier cosa que prefieras como chorizo, pollo ya cocido o cocinado, atún o prescindir de ello.
  • Con las verduras pasa lo mismo puedes cambiarlas según las preferencias de cada uno, poniendo cebolla caramelizada, champiñones, cualquier variación que os guste es valida. 
  • Las cantidades son a gusto de cada uno, si te gusta más el queso pones más o si no te gustan los guisantes te lo saltas.
  • No lleva sal, solo las espinacas llevan un poco en el sofrito con ajo y además la morcilla le aporta sal suficiente.
¡A degustarlo!