El hojaldre es genial por que nos puede sacar de un apuro en cualquier momento, yo lo tengo en la nevera casi siempre.
Te da la posibilidad de hacer algún primer plato o entrante salado y también te sirve para hacer un postre con el que quedarás genial.
Hacerlo tiene su maestría por que es muy laborioso pero si tienes un buen hojaldre fresco esperándote en el refrigerador se te pueden ocurrir mil y una opciones.
Hoy os presento unas Flores de Hojaldre con crema de espinacas y tomates secos, deliciosas. Es suave pero con un punto sabroso por los tomates y el queso que lleva dentro.
Son fáciles, rápidas y se puede preparar todo con antelación.
¿Qué se necesita?
- 200 g de Espinacas Congeladas
- Ajo en polvo
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- 100 g de Harina
- 400 ml de Leche
- Sal
- Nuez Moscada
- Pimienta Blanca Molida
- 15 Tomates Secos
- Agua
- 1 rulo de Queso de Cabra
- 1/2 cucharada de queso gorgonzola picante
- Hojaldre Fresco
- 1 Huevo Batido
Vamos a preparar las espinacas, yo lo hice con espinacas congeladas por que las tenia a mano. Se ponen en un cuenco con una pizca de sal y ajo en polvo. Tapar con film transparente y al microondas. Así las podéis descongelar y cocinar a la vez. Cuando empiecen a oler genial es que estarán listas.
Mientras tanto, hacemos una salsa bechamel suave.
Ponemos en un cazo un poco de aceite y harina en montañita, que vamos removiendo con unas varillas hasta que se dore un poco. Añadimos poco a poco la leche fría y así vamos incorporándola hasta que veamos que va espesando. Añadimos un poco de sal, nuez moscada y pimienta blanca molida.
Los tomates secos los hidratamos poniéndolos en una taza cubiertos de agua caliente. Una vez hidratados los troceamos en daditos.
El queso de cabra lo cortamos en rodajas finitas, una para cada flor de hojaldre y el resto lo reservamos.
Una vez lista la bechamel incorporamos las espinacas, los tomates, el queso gorgonzola y el queso de cabra que habíamos reservado. Hay que removerlo todo en caliente para que los quesos se fundan y quede cremoso.
Templar la crema de espinacas y meter luego en la nevera para que esté bien fría y espesa.
Precalentar el horno a 200ºC.
Extendemos el hojaldre y hacemos cuadrados iguales, yo hice sólo 5 por lo que me sobro 1 cuadrado de hojaldre que deje en la nevera plastificado para otro día.
Sobre una rejilla de horno, extender papel para hornear y engrasarlo. Colocar los cuadrados sobre el papel un poco separados.
Sobre cada cuadrado vamos a ir poniendo cucharadas de la crema, a gusto de cada uno, en el centro de cada cuadrado. Hay que dejar un borde alrededor.
Sobre la crema ponemos una rodaja de queso de cabra que habíamos reservado previamente.
Unimos cada esquina del cuadrado con su opuesta presionando un poco en el centro de unión.
Yo hice unos adornos para el centro con unos cuadraditos pequeños de masa de hojaldre cortándolos en 4 sin llegar al centro y girándolos.
Barnizar con huevo por encima y meter en la nevera de 10 a 15 minutos para que así en el horno no pierdan mucho la forma.
Sacar de la nevera y al horno en unos 15 minutos o cuando veáis que han crecido y se ha quedado dorados estarán preparados para servir calentitos.
¡Espero que los os gusten!
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