Las palmeritas de hojaldre están deliciosas y para cualquier ocasión son estupendas. Para acompañar una sobremesa, para la merienda de los niños o para regalar. ;)
Es un buen entretenimiento para cualquier fin de semana con los niños, por que son sencillas de realizar y el resultado es genial.
Mis pequeños ayudantes disfrutan esparciendo el azúcar, enrrollándolas, viendo como crecen en el horno y pintándolas al final. Lo difícil es convencerles de no comérselas hasta que se enfríen. Pero es normal, como son miniaturas son una monada.
¿Qué se necesita?
- 1 Lamina de Hojaldre Rectangular
- Azúcar- Mermelada de Albaricoque
- Mantequilla
Precalentar el horno a 200°C.
Extender la lamina de hojaldre y que los pequeños ayudantes vayan espolvoreando azúcar por encima.
Ahora hay que enrrollar desde el lado más largo hasta la mitad de la masa y desde el otro lado más largo hasta la mitad.
Así nos habrá salido un rollo largo con forma de palmerita.
Meter en la nevera durante unos 5 o 10 minutos para que se endurezca el rollo de hojaldre.
Mientras los pequeños ayudantes engrasan con un poquito de mantequilla una hoja de papel de horno.
Sacaremos de la nevera el hojaldre y lo cortaremos con un cuchillo bien afilado, en palmeras de 1 cm aproximadamente de grosor.
Colocar las minipalmeras sobre el papel engrasado, encima de una bandeja de horno, dejando espacio entre ellas.
Con ayuda de los peques espolvorear azúcar sobre cada palmerita tumbada.
Meter al horno hasta que hayan crecido y estén doradas.
Al sacarlas del horno, aún calientes, barnizarlas con la mermelada de albaricoque.
Ya sólo queda esperar a que se enfríen para degustarlas.
¡Espero que os gusten!
No hay comentarios:
Publicar un comentario