Tarta San Marcos

La semana pasada fue el día de la Madre. Hizo muy buen día y pudimos disfrutar al aire libre.  

Fue un día muy divertido, porque además, no se como, conseguí que los niños aguantaran desde el viernes que salieron del cole con el regalito en la mochila, hasta el mismo domingo sin dármelo antes.

Hice una Tarta de San Marcos por que este año me regalaron en reyes un soplete y tenía muchas ganas de probarlo. ¡Que mejor forma de probarlo que con la crema de yema que hay que tostar!

Mis padres siempre la compraban en una famosa pastelería madrileña, así que me decidí a hacerla.

Es una tarta deliciosa por el contraste de sabores y la delicadeza del bizcocho ligero. Y el resultado fue espectacular. Estaba tan rica, que sino fuera por que nos habíamos puesto hasta las orejas durante la comida, hubiéramos dejado hasta la foto sin tarta.

¿Qué se necesita?
- 4 Huevos
- 125 g de Azúcar
- 125 g de Harina
- Mantequilla

- 200 ml de Agua
- 200 g de Azúcar

- 4 Yemas
- 8 g de Harina de Maíz
- 63 g de Agua
- 187 g de Azúcar

- Zumo de 1/4 de Limón

- 1 Cucharadita de Vainilla en Polvo

- 600 ml de Nata para Montar

- 95 g de Azúcar

- 2 Cucharadas de Cacao en Polvo

- Azúcar

- Agua

Precalentar el horno a 240ºC.

Batir con varillas los huevos con los 125 g de azúcar para que espumen y crezcan un montón, hay que batirlo unos 10 o 12 minutos.

Mientras, preparar una bandeja de horno con papel engrasado por encima.

Añadir sobre la mezcla de huevos y azúcar, la harina tamizada en forma de lluvia y de manera envolvente.

Inmediatamente verter, sobre el papel de horno con cuidado para que no se baje la esponjosidad de la mezcla.

Meter en el horno durante 4 o 5 minutos.

Sacar del horno y dejar enfriar.

Almíbar

En un cazo ponemos la misma cantidad de agua y de azúcar.

Ponemos el cazo al fuego para que hierva.

Lo dejamos cocer unos minutos hasta que todo el azúcar se haya disuelto.

Dejar enfriar para reservarlo.

Crema de Yema

Mezclamos en un cuenco 4 yemas con la harina de maíz.

En un cazo echamos los 63 g de agua con los 187 g de azúcar, el zumo de limón y la vainilla.

Dejar hervir 5 minutos.

Retirar del fuego y añadir en forma de hilo poco a poco, sobre las yemas con la harina de maíz sin dejar de batir.

Una vez este todo en el cuenco, volver a verter el líquido en el cazo y ponerlo a fuego suave unos 2 minutos y hasta que espese un poco, sin dejar de moverlo con las varillas.

Echar la mezcla en un cuenco y cubrir con film transparente justo pegando a la crema para que no se endurezca la superficie.

Dejar enfriar al aire y luego reservar en la nevera. 

Nata y Trufa 

Ahora vamos a prepara la nata montada, metiendo la nata en el congelador unos minutos así como la varilla y el vaso batidor.

Echar la nata en el vaso batidor y subirla.

Cuando está casi lista, añadir los 95 gramos de azúcar y seguir batiendo para que quede bien firme.

Dividir la nata en 2 partes iguales.

Una parte, la reservamos ya en la nevera.

A la otra parte de la nata, la añadimos 2 cucharadas de cacao en polvo y se mezcla bien con las varillas para que se quede  homogénea.

Reservar en la nevera.

¡Ya sólo queda montar la tarta!

Cortamos la plancha de bizcocho en tres partes iguales recortando los bordes para que quede bien recta cada capa.

En la placa de bizcocho de base colocamos la parte superior del bizcocho boca abajo y le mojamos con un pincel con algo de almíbar.

Extendemos con una manga pastera una capa de crema de Trufa del mismo grosor que el bizcocho.

Sobre la trufa colocamos otra plancha de bizcocho y la mojamos con almíbar.

Ahora viene una capa de nata del mismo grosor que el bizcocho.

Colocamos la tercera capa de bizcocho y la mojamos con almíbar.

La última capa es la de Crema de Yema que extenderemos por encima del bizcocho en capa fina.

Ya solo falta el broche dorado, tostando sobre la crema de yema con el soplete para que tenga ese delicioso sabor a caramelo.

Toma Nota:

• La Crema de Yema espesa más al enfriarse, por lo que no hay que dejarlo demasiado espesa en el cazo.

¡Espero que os guste!