Al acercarse las fiestas navideñas si a algunos postres les damos una decoración diferente son más llamativos y festivos.
Este año como a mis peques les encantan las mandarinas, están especialmente dulces y carnosas, y se encuentran fácilmente, pensé en un postre con ellas.
Para decorar necesitaba algo con color, que fuera natural, fresco, con una fragancia sutil que combinara con el sabor de las mandarinas. Pase por una tienda especializada en productos naturales y al ver los pistachos sin tostar con su maravilloso color, decidí que eran lo que necesitaba para dar la textura que tenia pensada.
Esta tarta es tiernísima, deliciosa y desaparecerá de la mesa en un momento.
¿Qué se necesita?
¿Qué se necesita?
- 5 Mandarinas Apretadas
- 250 g de Azúcar
- 2 Huevos L
- 100 g de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 Yogur de Limón o Griego
- 250 g Harina Leudante
- Pizca de Sal
- 125 ml de Agua
- 150 ml de Azúcar
- 25 g de Cacao Dulce
- 25 g de Cacao Amargo
- 120 g de Tableta de Chocolate
- 1 Cucharadita de Mantequilla
- Queso Crema
- 50 g Pistachos
- 1 Estrella de Azúcar
Precalentar el horno a 180°C.
Lavar las mandarinas y cortarlas en cuartos.
Quitar la piel blanca del centro.
Triturar los cuartos de mandarinas, hasta que sea una mezcla homogénea y lo más fina que podamos conseguir. Reservar.
En un cuenco añadir el azúcar, los huevos y batir bien.
Verter el aceite y seguir mezclando.
Juntar las mandarinas trituradas y el yogur, mezclarlo bien.
Por último, incorporar la harina y la sal integrándola con cuidado totalmente.
Al molde previamente engrasado.
Y al horno con ventilador unos 25 minutos, o hasta que al pinchar con una varilla salga limpia.
Sacar del horno y dejar enfriar.
Mientras preparamos el baño de chocolate para cubrir la tarta.
Calentamos el agua y el azúcar hasta que se disuelva todo y empiece a hervir.
En ese momento retirar del fuego, añadir los cacaos y mezclar.
A continuación, incorporar la mantequilla y el chocolate fundido. Mezclar.
Reservar el baño para que se temple con plástico transparente pegado al chocolate.
Colocamos la tarta sobre una rejilla con la parte de abajo hacia arriba.
Cubrimos la tarta con una capa finita de queso crema, para tapar los poros.
Metemos la tarta 10 minutos al congelador.
Nada más sacarla del congelador vertemos el baño de chocolate sobre la tarta, que sigue sobre una rejilla, poco a poco hasta que se cubra entera.
Goteará por los bordes probablemente.
Mover un poco la tarta sobre la rejilla para que el chocolate se extienda por igual por toda la superficie.
Dejar reposar 2 minutos y luego colocar en el plato de presentación.
Trocear los pistachos con un cuchillo, en trozos grandes.
Ahora queda lo más delicado, hacer la forma de árbol con los pistachos sobre la cobertura de chocolate.
Como final, coronamos la copa del árbol con una estrella y ya solo nos queda una cosa.
- 250 g de Azúcar
- 2 Huevos L
- 100 g de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 1 Yogur de Limón o Griego
- 250 g Harina Leudante
- Pizca de Sal
- 125 ml de Agua
- 150 ml de Azúcar
- 25 g de Cacao Dulce
- 25 g de Cacao Amargo
- 120 g de Tableta de Chocolate
- 1 Cucharadita de Mantequilla
- Queso Crema
- 50 g Pistachos
- 1 Estrella de Azúcar
Precalentar el horno a 180°C.
Lavar las mandarinas y cortarlas en cuartos.
Quitar la piel blanca del centro.
Triturar los cuartos de mandarinas, hasta que sea una mezcla homogénea y lo más fina que podamos conseguir. Reservar.
En un cuenco añadir el azúcar, los huevos y batir bien.
Verter el aceite y seguir mezclando.
Juntar las mandarinas trituradas y el yogur, mezclarlo bien.
Por último, incorporar la harina y la sal integrándola con cuidado totalmente.
Al molde previamente engrasado.
Y al horno con ventilador unos 25 minutos, o hasta que al pinchar con una varilla salga limpia.
Sacar del horno y dejar enfriar.
Mientras preparamos el baño de chocolate para cubrir la tarta.
Calentamos el agua y el azúcar hasta que se disuelva todo y empiece a hervir.
En ese momento retirar del fuego, añadir los cacaos y mezclar.
A continuación, incorporar la mantequilla y el chocolate fundido. Mezclar.
Reservar el baño para que se temple con plástico transparente pegado al chocolate.
Colocamos la tarta sobre una rejilla con la parte de abajo hacia arriba.
Cubrimos la tarta con una capa finita de queso crema, para tapar los poros.
Metemos la tarta 10 minutos al congelador.
Nada más sacarla del congelador vertemos el baño de chocolate sobre la tarta, que sigue sobre una rejilla, poco a poco hasta que se cubra entera.
Goteará por los bordes probablemente.
Mover un poco la tarta sobre la rejilla para que el chocolate se extienda por igual por toda la superficie.
Dejar reposar 2 minutos y luego colocar en el plato de presentación.
Trocear los pistachos con un cuchillo, en trozos grandes.
Ahora queda lo más delicado, hacer la forma de árbol con los pistachos sobre la cobertura de chocolate.
Como final, coronamos la copa del árbol con una estrella y ya solo nos queda una cosa.
¡Disfrutar de la Navidad!
Queda muy bonito, además el bizcocho de mandarina me parece original y sólo de pensarlo se me hace la boca agua, muy exótico también, es una mezcla de sabores mandarina, chocolate y pistacho que no creo que deje a nadie indiferente. Buenas fiestas!!!!
ResponderEliminarMe alegro mucho que te guste, tendrías que probarla por que está buenísima, seguro que te encanta. ¡¡Felices Fiestas!!
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