viernes, 20 de abril de 2018

Tarta de Santiago


¡Que bien! Parece que, aunque quizás con algún chubasco de por medio, ya podremos disfrutar de los parques, jardines, patios y terrazas.

Vale que necesitamos mucha agua para poder llenar los pantanos para poder beber, para los cultivos y limpiar las ciudades de contaminación, pero es que al venirnos toda la lluvia de golpe en un espacio tan concentrado... Ya había días que miraba por la ventana y decia: "Uffff". Ja, ja, ja, eso yo, que mis niños miraban por la ventana y super felices decían: "¡¡¡Bien, paraguas!!!", o "¡¡¡Botas de agua para saltar en los charcos!!!"

Esos son los momentos en los que me doy cuenta de que cada persona tiene una manera distinta de ver las cosas. Es cuando pienso que hay cosas muy sencillas que te pueden alegrar el día como cuando ves esas caras de felicidad en un día nublado.

Puesto que ahora hay que aprovechar el buen tiempo, que teníamos ganas ya, que tarta mejor que la de Santiago para llevárnosla de excursión. Se tarda poco en hacer y te la puedes llevar sin que se rompa. ¡Que más se puede pedir!

¿Qué se necesita?
- 180 g de Azúcar Glacé
- 3 Huevos
- 250 g de Almendra en Polvo
- 1 Cucharadita en Levadura en Polvo
- Ralladura de Limón
- Pizca de Canela (opcional)
- 5 Cucharadas de Leche o Agua (si fuera necesario)

Para decorar:
- 50 g de Azúcar Glacé

Precalentar el horno a 180°C.

En un cuenco grande batimos la almendra en polvo con los huevos.

Añadimos la levadura, la ralladura de limón y la canela.

Si la mezcla es muy espesa, añadimos entre 3 y 5 cucharadas de leche. Si no toleramos bien la leche podemos cambiarla por agua.

Verter sobre un molde engrasado redondo de unos 25 cm de diámetro.

Meter al horno de 12 a 18 minutos.

Mientras esperamos podemos hacernos en un papel la cruz de Santiago y recortarla.

Una vez lista la tarta, la dejamos reposar para que enfríe.

Sólo nos queda decorarla.

Colocamos la cruz de Santiago en medio de la tarta.

En un colador ponemos el azúcar glacé y agitando el colador por encima de la tarta nos quedará preciosa.

Ahora con mucho cuidado y con ayuda de la punta de un cuchillo levantamos la cruz de papel y listo.

¡Vámonos de excursión!

2 comentarios:

  1. Que fácil, gracias por el detalle de utilizar agua en lugar de leche, los intolerantes a la lactosa tenemos un nuevo dulce!!!
    Me pondré manos a la obra.

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  2. Me alegro que te sea útil la opción, espero que la hagas pronto y te guste.

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