La caña de chocolate y frambuesa es un postre muy rápido y entretenido.
Mis niños no paran con tantos días libres, siempre hay algo que hacer, que si buscar caracoles, bichos bola, coger hojas, hacer un castillo, buscar un tesoro, leer cuentos...
Pero hay momentos en los que si hace bastante frío o llueve no puedes salir con ellos. Ese es el momento de entrar en la cocina.
Les relaja, les gusta tocarlo todo y les encanta luego probar el resultado.
¿Qué se necesita?
- 1 Masa de Hojaldre Rectangular
- 1 Tableta de Chocolate
- Frambuesas Congeladas
- 1 Clara de Huevo
- 1 Clara de Huevo
- Azúcar Glacé
Ponemos a calentar el horno a 200 ° C.
Sacamos la masa de hojaldre de la nevera.
Mientras que se templa para poder manipularla, sacamos unas frambuesas congeladas y las extendemos sobre un plato para que se vayan descongelando.
Extendemos la masa y con un cuchillo bien afilado la dividimos a lo largo en dos. (A menos que la masa sea muy ancha y nos de para más de dos cañas de hojaldre).
La tira de hojaldre nos tiene que dar para poder doblarse en tres y de esa manera se cubra el chocolate y las frambuesas.
Sobre cada tira de hojaldre colocamos en el centro un pedazo de chocolate a lo largo, haciendo una fila.
Encima del chocolate colocamos unas frambuesas ya descongeladas.
Cubrimos el chocolate y las frambuesas con el resto del hojaldre, primero con un lado del hojaldre y luego con el otro lado encima.
Barnizamos el hojaldre con clara de huevo batido.
El jugo de las frambuesas que habrá quedado en el plato lo podemos utilizar para pintar un poco sobre el hojaldre también.
Con un cuchillo afilado, marcamos pequeñas porciones sobre la caña larga de hojaldre, pero sin llegar a las frambuesas.
Metemos al horno, hasta que este dorado el hojaldre.
Sacamos del horno a una rejilla para que se enfríe.
Ya sólo nos queda cortarlo en las porciones marcadas y espolvorear azúcar glacé.
Encima del chocolate colocamos unas frambuesas ya descongeladas.
Cubrimos el chocolate y las frambuesas con el resto del hojaldre, primero con un lado del hojaldre y luego con el otro lado encima.
Barnizamos el hojaldre con clara de huevo batido.
El jugo de las frambuesas que habrá quedado en el plato lo podemos utilizar para pintar un poco sobre el hojaldre también.
Con un cuchillo afilado, marcamos pequeñas porciones sobre la caña larga de hojaldre, pero sin llegar a las frambuesas.
Metemos al horno, hasta que este dorado el hojaldre.
Sacamos del horno a una rejilla para que se enfríe.
Ya sólo nos queda cortarlo en las porciones marcadas y espolvorear azúcar glacé.
¡A disfrutar!
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