Hojaldre de Frutos Rojos

Este fin de semana se junta con el Día de Trabajo. 

En hornor a la celebración de este día, que mejor que hacer un postre estupendo y que nos de poco trabajo. 

Con este Hojaldre de Frutos Rojos, quedas como una reina y está para chuparse los dedos. 

¿Que se necesita?

- 1 Plancha de Hojaldre Rectangular
- 500 g de Frutos Rojos

- 200 ml de Nata para Montar
- 1 Cucharada de Azúcar
- 1 Cucharada de Almendras en Dados

- Azúcar Glacé 

- 1 Tableta de Chocolate

Precalentamos el horno a 200ºC.

Metemos en el congelador la nata, las varillas de batir y el recipiente de batir.

Sacamos la masa de hojaldre de la nevera y pasados unos minutos la extendemos. 

En una bandeja de horno, colocamos papel de horno engrasado.

Dividimos por la mitad la masa de hojaldre de manera que tengamos dos rectángulos iguales. 

Colocamos los dos rectángulos sobre el papel de horno con un poco de espacio entre ellos. 

Pinchamos uno de los rectángulos, para que no crezca mucho. Será nuestra base.

Metemos al horno, hasta que estén dorados los dos rectángulos, unos 10 o 15 minutos aproximadamente.

Sacamos del horno y reservamos para que se vayan enfriando. 

Sacamos del congelador la nata, las varillas y el recipiente. 

Agitamos la nata, la vertemos dentro del recipiente para batir y manos a la obra.

Batimos la nata hasta que se monte. 

Una vez subida la nata, añadimos el azúcar a gusto de cada uno y batimos bien para incorporarlo.

Cogemos un par de cucharadas de frutos rojos y los trituramos, así obtenemos su jugo.

Cuando el hojaldre ya este frío, colocamos el resto de los frutos rojos sobre el hojaldre que habíamos pinchado, es el que menos ha subido.

Por encima, extendemos la nata y casi todo el jugo que habíamos reservado.

Echamos la almendra en dados sobre la nata. 

Colocamos el otro rectángulo de hojaldre de tapa y espolvoreamos con azúcar glacé.

También rallamos un poco de chocolate por encima y listo.

Truco

Si no encuentras frutos rojos frescos, una buena opción son los congelados.

Sólo habrá que sacarlos unas 2 o 3 horas antes del congelador, para poder usarlos.

Extenderlos sobre una fuente.

Si sueltan algo de jugo, lo podeis fusionar con la nata para darla un color rosado. 

 ¡Espero que os guste!

Fajitas de Atún

La comida de estilo mexicano es muy socorrida y riquísima. 

Cada uno puede interpretarla como prefiera y cambiar sus ingredientes, para hacer la versión más adecuada a sus gustos. 

Estas fajitas o burritos, si las cerrais más para que no se escapen los ingredientes, son frescas y deliciosas. Ideales para ahora cuando empiece a apretar otra vez el calor. 

No hay que olvidar que a toda la familia y amigos les encantará comer de una manera diferente, usando las manos en un plan más informal.

¿Que se necesita?   

- 6 Tortillas Mexicanas

- 1 Cogollo de Lechuga

- 2 Tomates Kumato

- 1 Pimiento Rojo

- 1 Cebolleta

- 1 Aguacate

- 6 Filetes Finos de Atún Rojo

- 6 Cucharadas de Mahonesa 

- 1 Cucharada de Ketchup

- Aceite de Oliva Virgen Extra

- Tomillo Limón

Primero de todo, vamos a preparar la salsa. 

En un cuenco, vertemos la mahonesa, el ketchup, un puñado de hojitas de tomillo limón y un chorro generoso de aceite de oliva Virgen Extra. 

Remover con unas varillas para que se cree una salsa homogénea. 

Tapar la salsa y dejar reposar en la nevera. 

Ahora continuamos con las verduras. 

Lavamos la lechuga, la escurrimos, la cortamos en rodajas y la reservamos. 

Lavamos el tomate, lo cortamos en rodajas y lo reservamos. 

Lavamos el pimiento rojo, lo cortamos en tiras largas y lo reservamos. 

Pelamos la cebolleta, lavamos sus brotes, cortamos en rodajas y la reservamos. 

Seguiremos con el atún rojo. 

Calentamos una sartén o una plancha para que esté a calor fuerte. 

Cuando esté  bien caliente, vamos pasando los filetes de atún con una pizca de sal, vuelta y vuelta. 

Los vamos colocando sobre un plato para reservarlos.

Ahora ya abrimos el aguacate por la mitad a lo largo, rodeando el hueso con el cuchillo. 

Desenrroscamos la mitad de arriba del aguacate de la de abajo, quedando el hueso del aguacate en el centro. 

Pelamos cada mitad del aguacate y cortamos tiras de aguacate que reservamos. 

Montamos las fajitas, para lo cual sacamos la salsa de la nevera. 

Sobre cada tortilla mexicana, extendemos un poco de la salsa de tomillo limón. 

Añadimos la lechuga, un par de rodajas de tomate y unas tiras de pimiento rojo.

Para rematar, colocamos el filete de atún rojo, unas tiras de aguacate y un poco de cebolleta. 

¡Buen provecho!

Tarta Sorpresa de Fresa

Después de Semana Santa, nos metemos de cabeza en las Mondas, Fiesta de Interés Turístico Nacional en Talavera de la Reina.  

En los colegios hacen actividades sobre la celebración de esta antiquísima fiesta para celebrar la Primavera. 

En la época de los romanos los habitantes de la Talavera Romana, llevaban ofrendas a la Diosa Ceres para la protección de sus campos y ganados. Con el tiempo se cristianizo la fiesta y las ofrendas pasaron a realizarse en honor de la Virgen del Prado.

Las fresas aunque se pueden encontrar ya incluso en invierno, creo que es en primavera cuando realmente aumentan su sabor y son más dulces.

En honor a las Mondas y la primavera os presento mi Tarta Sorpresa. 

¿Que se necesita?

- 200 g de Azúcar

- 200 g de Mantequilla en Pomada

- 4 Huevos M

- 200 g de Harina Leudante

- 1 Cucharadita de Pasta de Vainilla

- 200 ml de Nata para Montar

- 40 g de Azucar Glacé

- 250 g de Fresas

- 45 g de Mermelada de Fresa

Para Decorar: 

- 140 g de Azúcar Glacé

- 60 g de Mamtequilla en Pomada

- 2 Cucharadas de Leche

Precalentamos el horno a 180 º C.

Recortamos una base de papel de horno de la medida de la base del molde. 

Engrasamos el molde y colocamos el papel de horno en la base del molde. 

Esparcimos azúcar por los laterales del molde para que no se nos pegue el bizcocho.

Empezamos mezclando el azúcar y la mantequilla hasta que sea una pasta homogénea. 

Añadimos los huevos 1 a uno, incorporamos la pasta de vainilla y lo mezclamos todo. 

Tamizamos la harina y la vamos incorporando poco a poco. 

Una vez listo, vertemos la mezcla dentro del  molde y al horno. 

A los 30 minutos tapamos con papel de aluminio por encima. 

A los 45 o cuando al pinchar con una varilla de brocheta salga limpia, apagamos el horno. 

Dejamos el molde dentro del horno un rato. 

Después sacar del horno y dejar enfriar unos 15 minutos antes de desmoldar. 

Mientras esperamos a que se enfrie, lavamos la fresas. 

Quitamos el rabito a las fresas, separamos las más iguales para decorar la tarta, serán unos 125 g del total de las fresas. 

Con los otros 125 g de fresas los troceamos, los mezclamos con la mermelada de fresa y lo reservamos. 

Montamos la nata y cuando este a medio montar, añadir el azucar y continuar para que quede bien firme. 

Reservamos la nata en la nevera, bien tapada. 

Preparamos el glaseado exterior, batiendo la mantequilla, con el azúcar y la leche, hasta que quede una mezcla  homogénea y blanca. 

El glaseado lo reservamos en la nevera tapado con film transparente. 

Como el bizcocho ya debe de estar frio, ¡vamos a preparar la tarta!

Si el bizcocho no ha quedado bien igualado, al salir del horno, lo igualamos antes de empezar. (Al final os cuento en el truco como igualar).

Una vez igualado el bizcocho, hacemos un circulo a 2 cm de todo el borde y sacamos una tapa de 0,5 cm de profunda que reservamos para más adelante.

Vaciamos el circulo interior, con ayuda de una cuchara, para conseguir una profundidad de 4 cm. 

En el centro echamos un poco de nata y encima las fresas con mermelada.

Cubrimos las fresas con el resto de nata.

Colocamos la tapa sobre la nata y ¡aquí esta la sorpresa!, una vez tapada y glaseada, no se ve el relleno sorpresa. 

Sacamos el glaseado de la nevera y extendemos un poco del mismo para cubrir todo el pastel. 

Metemos en la nevera el resto del glaseado y el bizcocho con la capa primera capa de glaseado durante unos 15 o 20 minutos. 

Al sacar el pastel de la nevera lo cubrimos con el glaseado que nos queda y con ayuda de un peine de pastelería podemos hacer un dibujo ondulado sobre el glaseado de la tarta.

Colocamos las fresas de adorno, sobre la parte alta de la tarta. 

Para terminar, con un pincel y la mermelada de fresa, barnizamos las fresas una vez puestas en la tarta.

¡Espero que la disfruteis!

El truco

Para igualar o trocear un bizcocho en varias capas con una regla, unos palillos y un cuchillo de pan, se consigue hacer facilmente. 

Medimos la misma altura a la que queremos cortar el bizcocho, pinchando un palillo a todo alrededor.

Con ayuda del cuchillo de pan vamos cortando poco a poco recorriendo la distancia entre los palillos con el cuchillo y rodeando a la vez el bizcocho.

Así, poco a poco se termina cortando una rodaja perfecta de bizcocho.

Salteado Oriental

De vuelta de esta Semana Santa, volvemos con las carreras y el ajetreo diario.

La verdad es que este último trimestre de clase creo que se pasará volando, entre  los días festivos y que como mes completo sólo nos quedaría mayo. Se pasará todo en un abrir y cerrar de ojos.

La pasta es muy socorrida para las comidas de diario y si la das una vuelta más para hacerla más interesante como este Salteado Oriental, el exito está asegurado.

Si encima lo emplatas en cuencos la comida se transforma y mis peques se imaginan estar en un restaurante asiático. :)

¿Que se necesita?
- 250 g de Fideos Orientales
- 1 Cebolla
- 100 g de Brotes de Soja Natural
- 1 Calabacín
- 2 Tomates
- 200 g de Carne Picada
- Chorrito de Soja
- Ajo en Polvo
- Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra

Llenamos una cacerola con 2 litros de agua con sal y la llevamos a ebullición.

Una vez que haya hervido, meter los fideos y apartar del fuego la cacerola.

Dejar reposar los fideos unos 4 minutos.

Soltar los fideos con un tenedor, escurrirlos y dejarlos reposar.

Pelamos la cebolla, la cortamos en rodajas y la reservamos.

Lavamos el calabacín, lo cortamos en laminas finas con un pelapatatas y lo reservamos.

Pelamos el tomate, lo hacemos tiras y lo reservamos.

Los brotes de soja solo hay que lavarlos, escurrirlos y reservarlos.

Ponemos un poco de aceite en una sarten.

Cuando esté caliente añadimos la cebolla y la doramos.

A continuación, añadimos la carne picada que salpimentamos.

Subimos el fuego y añadimos la soja, el calabacín y el tomate.

Le damos a todo un par de vueltas para que se dore.

Añadimos un chorrito de salsa de soja.

Removemos todo y lo dejamos reposar.

En otra sarten, ponemos un poco de aceite y cuando esté caliente, añadimos los fideos.

Les movemos rápidamente y les añadimos un poco de ajo en polvo para saltear los fideos.

Una vez listos sacar de la sarten y dejar reposar en cada cuenco.

Sobre los fideos añadimos la carne picada con verduras salteadas y listo.

¡A la mesa a disfrutar!

Tronquitos

En estos días de descanso, mis peques disfrutan como nadie y nosotros también, sin horarios predeterminados. 

Las meriendas son siempre un momento de diversión y de innovación. 

Yo les voy variando las meriendas y aunque la fruta nunca falta, siempre se puede uno deleitar con un Bocado Dulce para finalizar este momento.

Estos tronquitos me recuerdan a los famosos Huesitos que se venden en las tiendas, pero mis tronquitos tienen una variación exquisita que te hace la boca agua. ;)

Además mis pequeños ayudantes pueden participar en montarlos. Entre que untan y luego chupan las cucharas al final, es su momento más dulce. Y en estos días de Semana Santa es una buena receta para disfrutar de su tiempo y del resultado, como no.

¿Que se necesita?

- 20 Obleas de Barquillo para Sandwich Helados

- 1 Bote Pequeño de Nocilla

- 370 g de Leche Condensada

- 300 g de Chocolate en Tableta

- 1 Cucharada de Aceite de Girasol

Separamos las obleas en montones de 5 en 5.

Ahora vamos a ir untando cada montón de obleas.

La primera oblea la untamos de Nocilla y la tapamos con la segunda oblea. 

La segunda oblea se unta de leche condensada, no en exceso por que sino se saldra por los bordes. 

Tapamos la leche condensada con otra oblea, la tercera, que también untaremos con leche condensada. 

Tapamos con la cuarta oblea que cubriremos de Nocilla.

La cuarta la taparemos con la quinta y última oblea del montón. 

Una vez listo el bloque de barquillo relleno, se mete en la nevera unas dos horas.

Igual que hemos preparado el primer bloque, haremos lo mismo con las demás obleas. 

De esta manera, al final tendremos 4 bloques de barquillo. 

Cuando quede poco para que pase el tiempo de reposo en la nevera, fundimos el chocolate. 

Para fundir el chocolate, lo ponemos en un cuenco y lo metemos en el microondas por tiempos de 30 en 30 segundos. 

Hay que mover el chocolate para que se funda por igual cada 30 segundos. 

Añadimos al chocolate fundido una cucharada de aceite de girasol y mezclamos bien para unificar.

Después del tiempo de reposo en la nevera, sacamos los 4 bloques de barquillo.

Cortaremos cada bloque en cuadrados o rectángulos. 

Cada cuadradito o rectángulo lo bañamos en el cuenco de chocolate para que se cubra por todos los lados. 

Sacamos cada tronquito y lo ponemos a reposar sobre papel de horno.

Cuando el baño de chocolate esta empezando a solidificar, se le puede hacer un dibujo por la parte de arriba con un tenedor para que quede fijado al secarse del todo. 

Ya sólo nos queda esperar a que solidifique el chocolate para poder probarlos. 

¡A disfrutar!

Hojaldre Primavera

¡Como hace unos días, llego la primavera, vamos a celebrarlo con este Capricho Salado!

Para mi la primavera es color y en este hojaldre con la combinación de los tres pimientos de colores, el color está asegurado. 

Recuerdo que cuando hace tiempo estuve trabajando en Reino Unido, los ingleses comian en las ensaladas pimientos de colores frescos, vamos en crudo. 

Antes de eso no los habia visto amarillos por aqui, o no los habia hecho mucho caso. :)

Aqui, os presento una forma de incorporalos cocinados.  

¿Que se necesita?

- 1 Pimiento Rojo

- 1 Pimiento Verde

- 1 Pimiento Amarillo

- 40 g de Salami

- Aceite de Oliva Virgen Extra

- 100 g de Harina

- 400 ml de Leche

- Nuez Moscada

- 230 g de 1 Masa de Hojaldre Redonda
- Agua

- 1 Cucharada de Gouda Rallado

- Sal

Empezamos con la bechamel.

Ponemos en un cazo un poco de aceite y la harina, que vamos removiendo con unas varillas hasta que se dore un poco.

Añadimos poco a poco la leche fría y así vamos incorporándola hasta que veamos que va espesando.

Añadimos un poco de sal, nuez moscada y lo mezclamos.

Vertemos la bechamel en un cuenco y lo tapamos con film transparente tocando la superficie de la bechamel.

Dejamos reposar, hasta que se temple.

Posteriormente, la metemos en la nevera para que se enfrie.

Precalentamos el horno a 200ºC.

A continuación, lavamos y cortamos en rodajas finas los tres pimientos.

Quitamos la piel al salami y lo troceamos en daditos pequeños.

Sacamos la masa de hojaldre, la extendemos sobre papel de horno engrasado, sobre una bandeja de horno.

Recortamos un circulo desde el exterior de la masa, hacia al centro de 3 ó 3,5 cm de ancho.

Cortamos el circulo por un lado, para romperlo.

Con ayuda de un pincel humedecido en un poco de agua, pincelamos la zona más exterior de la masa circular.

Ahora pegamos la masa que hemos recortado encima del circulo que nos ha quedado, rodeandolo.

Nos queda un poco de masa al llegar al principio del aro que hemos hecho.

Cortamos el trozo que nos sobra.

Este trozo que nos queda lo dividimos por la mitad a lo largo.

Pincelamos con muy poco agua nuevamente sobre el aro de hojaldre que ya  hemos pegado al circulo inicial.

Colocamos un aro finito de masa en la zona más cercana al centro del primer aro, como se ve en la imagen con los pimientos.

Sacamos la bechamel de la nevera y extendemos unos 120 ml. sobre el circulo central sin cubrir ninguno de los aros que hemos hecho de hojaldre.

Añadimos el salami sobre la bechamel.

Cubrimos la bechamel y el salami con los pimientos de colores intercalando los tres colores y solapando cada rodaja con la siguiente.

Terminamos en el centro.

Espolvoreamos una pizca de sal sobre los pimientos.

Añadimos el queso rallado por encima.

Al horno, hasta que el hojaldre crezca, se dore y los pimientos esten asados.

¡Espero que lo disfruteis!

Tarta de Kiwi

Hace unos días estupendos, con un sol brillante y aunque por las mañanas hace fresco, hacia el medio día el sol calienta.

Esta tarta es deliciosamente brillante, no solo por el brillo de los kiwis al barnizarlos, sino por su explosión de sabor en la boca. 

El bizcocho es suave y acompaña perfectamente con el sabor "brillante" del kiwi que a mis niños les recuerda a las fresas. 

Esta tarta con su molde de 25 cm de diametro, da la posibilidad de invitar a un postre riquísimo a bastantes personas quedando genial y sin demasiado trabajo. 

¿Que se necesita?

-  75 g de Mantequilla

- 150 g de Azúcar

- 3 Huevos M

- 50 ml de Leche

- Raspadura de 2 Naranjas Grandes

- 150 g de Harina

- 1 Cucharadita de Levadura

- 6 Kiwis (290 g)

- 1 Cucharada de Miel

- 1 Cucharada de Zumo de Limón

- 100 g de Chocolate al 70 %

Primero preparamos el bizcocho y para eso precalentamos el horno a 180 ºC.

Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que tengamos una mezcla cremosa. 

Añadimos los huevos uno a uno, integrandolos bien antes de añadir el siguiente.

Ahora introducimos a la mezcla la ralladura de naranja y la leche. 

Por último, incorporamos ya tamizadas la harina y la levadura.

Vertemos la mezcla sobre el molde elegido y engrasado a no ser que sea de silicona. 

Al horno, unos 20 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta, esta salga limpia. 

Mientras el bizcocho se hace, podemos ir pelando los kiwis.

Cortamos los kiwis en rodajas de unos 4 mm. cada una.

Cada rodaja la partimos por la mitad como media luna, salvo una que sera el broche final de la tarta. 

Una vez salga la tarta del horno, se tiene que enfriar totalmente para poder montar la tarta. 

Fundimos el chocolate en un cuenco en el microondas por tiempos de 30 en 30 segundos.

Dejamos templar el chocolate y lo reservamos. 

Una vez fria la tarta, pincelamos 2 circulos de chocolate concentricos en la zona donde irán colocados los kiwis. 

Una vez endurecido el chocolate, llega la parte decorativa.

Vamos colocando las medias lunas de kiwi, solapando unas con otras sobre los circulos concentricos de chocolate.

La rodaja que hemos dejado sin cortar, es la que cierra el último circulo de la tarta. 

Mezclamos muy bien, la miel con el zumo de limón colado, para que no tenga pulpa. 

Por último, barnizamos sobre los kiwis, para darles brillo y quitarles acidez. 

Toma Nota:

• Esta tarta hay que consumirla en el día, por que sino el kiwi se ablanda mucho. 

¡Espero que os guste!

Pastel de Carne

Ya no queda nada para la Semana Santa para poder descansar un poco de tanto ajetreo, entre colegio, clases extraescolares, trabajo y con el solecito parque, también. 

Así los peques tienen también un respiro de deberes y reponen fuerzas para el último trimestre que es muy cortito y con el buen tiempo se pasará volando. 

La comida de hoy es deliciosa, rápida de preparar y lo mejor de todo...se puede hacer con antelación.

El Pastel de Carne es estupendo para cualquier día. Haces una buena fuente y si queda, se puede congelar incluso y sacarlo uno de esos días en los que no tienes tiempo de rascarte y menos aún de hacer la comida al momento.  

¿Que se necesita?

- 1 Kg. de Patatas

- 500 ml de Leche Semidesnatada

- 1 Cucharada de Mantequilla

- 1 Yema de huevo

- Ajo en Polvo

- 1/2 Kg de Carne Picada (Mitad de Cerdo y Mitad de Ternera)

- 1 Cebolla

- 2 Dientes de Ajo 

- 1 Zanahoria

- 1 Pimiento Rojo

- 1/2 Calabacín

- 400 g. Tomate Natural Triturado

- Sal 

- 1 Cucharadita de Azúcar

- Aceite de Oliva Virgen Extra

- Queso en Polvo

Lo primero es empezar a preparar el pure. 

Pelamos las patatas, las cortamos en trozos no muy grandes y las metemos en una cacerola.

Tiene que ser lo suficientemente grande para que entren las patatas y las cubrimos de agua. 

Al agua añadimos un poco de sal y lo ponemos al fuego hasta que hierva. 

Deben mantenerse hirviendo hasta que estén blandas, que al pincharlas con un cuchillo este entre con facilidad. 

Una vez listas, quitamos un poco de agua con un cazo y lo reservamos en un cuenco para espesar o aclarar el puré. 

En la cacerola con un poco del agua de hervirlas, añadimos la leche caliente y la mantequilla. 

Trituramos el puré con la batidora, hasta que quede homogéneo. 

Rectificar de sal, añadir algo del agua reservado si fuera necesario.

Añadir la yema de huevo y mezclar rápido para integrarla y que quede cremoso. 

Reservamos el puré.

Troceamos las verduras y las reservamos.

En una sartén añadimos un poco de aceite y lo ponemos a calentar. 

Añadimos la carne picada para que se dore y una pizca de sal. 

 

Posteriormente, añadimos la cebolla hasta que se quede transparente. 

Añadimos el ajo picado, así como la zanahoria troceada. 

Según se vaya ablandando la zanahoria, introducimos el pimiento. 

La última verdura que añadimos es el calabacín. 

Una vez esten todas pochadas, vertemos el tomate natural triturado junto con una cucharadita de sal y una de azúcar.  

Dejamos reducir la salsa de tomate que tiene que hervir suave junto con la carne picada y las verduras. 

Una vez listo, lo vertemos sobre una fuente profunda y apta para el horno.

Cubrimos todo con el puré de patatas. 

Hacemos ondas con un tenedor sobre el puré. 

Espolvoreamos el queso y en este momento es cuando se puede dejar plastificandolo en la nevera, si lo preparamos con antelación. 

Antes de consumirlo, solo hay que meterlo al horno para calentarlo y gratinar. 

Gana tiempo, haciendo el puré con un sobre de puré de patatas instantáneo. 

¡Espero que lo disfruteis!