Hace unos días estupendos, con un sol brillante y aunque por las mañanas hace fresco, hacia el medio día el sol calienta.
Esta tarta es deliciosamente brillante, no solo por el brillo de los kiwis al barnizarlos, sino por su explosión de sabor en la boca.
El bizcocho es suave y acompaña perfectamente con el sabor "brillante" del kiwi que a mis niños les recuerda a las fresas.
Esta tarta con su molde de 25 cm de diametro, da la posibilidad de invitar a un postre riquísimo a bastantes personas quedando genial y sin demasiado trabajo.
¿Que se necesita?
- 75 g de Mantequilla
- 150 g de Azúcar
- 3 Huevos M
- 50 ml de Leche
- Raspadura de 2 Naranjas Grandes
- 150 g de Harina
- 1 Cucharadita de Levadura
- 6 Kiwis (290 g)
- 1 Cucharada de Miel
- 1 Cucharada de Zumo de Limón
- 100 g de Chocolate al 70 %
Primero preparamos el bizcocho y para eso precalentamos el horno a 180 ºC.
Batimos la mantequilla y el azúcar hasta que tengamos una mezcla cremosa.
Añadimos los huevos uno a uno, integrandolos bien antes de añadir el siguiente.
Ahora introducimos a la mezcla la ralladura de naranja y la leche.
Por último, incorporamos ya tamizadas la harina y la levadura.
Vertemos la mezcla sobre el molde elegido y engrasado a no ser que sea de silicona.
Al horno, unos 20 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta, esta salga limpia.
Mientras el bizcocho se hace, podemos ir pelando los kiwis.
Cortamos los kiwis en rodajas de unos 4 mm. cada una.
Cada rodaja la partimos por la mitad como media luna, salvo una que sera el broche final de la tarta.
Una vez salga la tarta del horno, se tiene que enfriar totalmente para poder montar la tarta.
Fundimos el chocolate en un cuenco en el microondas por tiempos de 30 en 30 segundos.
Dejamos templar el chocolate y lo reservamos.
Una vez fria la tarta, pincelamos 2 circulos de chocolate concentricos en la zona donde irán colocados los kiwis.
Una vez endurecido el chocolate, llega la parte decorativa.
Vamos colocando las medias lunas de kiwi, solapando unas con otras sobre los circulos concentricos de chocolate.
La rodaja que hemos dejado sin cortar, es la que cierra el último circulo de la tarta.
Mezclamos muy bien, la miel con el zumo de limón colado, para que no tenga pulpa.
Por último, barnizamos sobre los kiwis, para darles brillo y quitarles acidez.
Toma Nota:
- Esta tarta hay que consumirla en el día, por que sino el kiwi se ablanda mucho.
¡Espero que os guste!
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