viernes, 21 de abril de 2017

Tarta Sorpresa de Fresa


Después de Semana Santa, nos metemos de cabeza en las Mondas, Fiesta de Interés Turístico Nacional en Talavera de la Reina.  

En los colegios hacen actividades sobre la celebración de esta antiquísima fiesta para celebrar la Primavera. 

En la época de los romanos los habitantes de la Talavera Romana, llevaban ofrendas a la Diosa Ceres para la protección de sus campos y ganados. Con el tiempo se cristianizo la fiesta y las ofrendas pasaron a realizarse en honor de la Virgen del Prado.

Las fresas aunque se pueden encontrar ya incluso en invierno, creo que es en primavera cuando realmente aumentan su sabor y son más dulces.

En honor a las Mondas y la primavera os presento mi Tarta Sorpresa. 

¿Que se necesita?
- 200 g de Azúcar
- 200 g de Mantequilla en Pomada
- 4 Huevos M
- 200 g de Harina Leudante
- 1 Cucharadita de Pasta de Vainilla
- 200 ml de Nata para Montar
- 40 g de Azucar Glacé
- 250 g de Fresas
- 45 g de Mermelada de Fresa

Para Decorar: 
- 140 g de Azúcar Glacé
- 60 g de Mamtequilla en Pomada
- 2 Cucharadas de Leche

Precalentamos el horno a 180 º C.

Recortamos una base de papel de horno de la medida de la base del molde. 

Engrasamos el molde y colocamos el papel de horno en la base del molde. 

Esparcimos azúcar por los laterales del molde para que no se nos pegue el bizcocho.

Empezamos mezclando el azúcar y la mantequilla hasta que sea una pasta homogénea. 

Añadimos los huevos 1 a uno, incorporamos la pasta de vainilla y lo mezclamos todo. 

Tamizamos la harina y la vamos incorporando poco a poco. 

Una vez listo, vertemos la mezcla dentro del  molde y al horno. 

A los 30 minutos tapamos con papel de aluminio por encima. 

A los 45 o cuando al pinchar con una varilla de brocheta salga limpia, apagamos el horno. 

Dejamos el molde dentro del horno un rato. 

Después sacar del horno y dejar enfriar unos 15 minutos antes de desmoldar. 

Mientras esperamos a que se enfrie, lavamos la fresas. 

Quitamos el rabito a las fresas, separamos las más iguales para decorar la tarta, serán unos 125 g del total de las fresas. 

Con los otros 125 g de fresas los troceamos, los mezclamos con la mermelada de fresa y lo reservamos. 

Montamos la nata y cuando este a medio montar, añadir el azucar y continuar para que quede bien firme. 

Reservamos la nata en la nevera, bien tapada. 

Preparamos el glaseado exterior, batiendo la mantequilla, con el azúcar y la leche, hasta que quede una mezcla  homogénea y blanca. 
El glaseado lo reservamos en la nevera tapado con film transparente. 

Como el bizcocho ya debe de estar frio, ¡vamos a preparar la tarta!

Si el bizcocho no ha quedado bien igualado, al salir del horno, lo igualamos antes de empezar. (Al final os cuento en el truco como igualar).

Una vez igualado el bizcocho, hacemos un circulo a 2 cm de todo el borde y sacamos una tapa de 0,5 cm de profunda que reservamos para más adelante.

Vaciamos el circulo interior, con ayuda de una cuchara, para conseguir una profundidad de 4 cm. 

En el centro echamos un poco de nata y encima las fresas con mermelada.
Cubrimos las fresas con el resto de nata.

Colocamos la tapa sobre la nata y ¡aquí esta la sorpresa!, una vez tapada y glaseada, no se ve el relleno sorpresa. 

Sacamos el glaseado de la nevera y extendemos un poco del mismo para cubrir todo el pastel. 

Metemos en la nevera el resto del glaseado y el bizcocho con la capa primera capa de glaseado durante unos 15 o 20 minutos. 

Al sacar el pastel de la nevera lo cubrimos con el glaseado que nos queda y con ayuda de un peine de pastelería podemos hacer un dibujo ondulado sobre el glaseado de la tarta.

Colocamos las fresas de adorno, sobre la parte alta de la tarta. 

Para terminar, con un pincel y la mermelada de fresa, barnizamos las fresas una vez puestas en la tarta.

¡Espero que la disfruteis!


El truco

Para igualar o trocear un bizcocho en varias capas con una regla, unos palillos y un cuchillo de pan, se consigue hacer facilmente. 

Medimos la misma altura a la que queremos cortar el bizcocho, pinchando un palillo a todo alrededor.

Con ayuda del cuchillo de pan vamos cortando poco a poco recorriendo la distancia entre los palillos con el cuchillo y rodeando a la vez el bizcocho.

Así, poco a poco se termina cortando una rodaja perfecta de bizcocho.

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