¡Feliz día de la Madre!
¡Que mejor regalo para una mama que despertarse y no tener nada más que hacer que disfrutar de un día sin tener que preparar nada, ni siquiera el desayuno!
Recuerdo la primera vez que hice tortitas en mi vida, fue de las primeras recetas con las que practique. Me salieron tan duras, que si las tirabas al suelo rompías alguna baldosa, fijo.
Lo más sorprendente de todo fue que a pesar de lo malísimas que estaban esas tortitas, mi padre haciendo de tripas corazón y apoyando mis primeros pasos en la cocina, se comió toda la torre de tortitas que salieron...
Desde ese desastroso postre han pasado muchos años y muchas recetas variadas. No he vuelto a hacer tortitas hasta ahora y os puedo asegurar que estas son esponjosas y deliciosas.
Mis peques ya han degustado estas tortitas y ahora ya, las piden todos los fines de semana :)
¿Que se necesita?
- 130 g de Harina
- 1 Cucharadita de Levadura
- 20 g de Azúcar
- 8 g de Azúcar Avainillada
- 1 Pizca de Sal
- 150 ml de Leche
- 1 Huevo
- 20 g de Mantequilla Fundida
- 15 Frambuesas
- 24 Arandanos
- 20 Grosellas
- 2 Cucharadas de Pepitas de Chocolate
- Aceite de Oliva Virgen Extra
En un cuenco tamizamos la harina, la levadura, los azúcares y la sal.
Vertemos la leche, el huevo y la mantequilla fundida.
Batimos con unas varillas a mano, bien todos los ingredientes, hasta que la mezcla quede homogénea.
En una sartén engrasada, con unas gotas de aceite, echamos un cucharón de masa.
Sobre cada montón de masa que pongamos en la sartén, colocamos unos arándanos.
Después de unos 2-3 minutos, o cuando veáis que los bordes se doran un poco, se da la vuelta.
Al dar la vuelta, dejamos la tortita unos 2 minutos y la retiramos a un plato.
Igual que hemos hecho con los arándanos, iremos distribuyendo las otras frutas y las pepitas de chocolate, en cada montón de masa.
Así, nos saldrán unas 16 tortitas pequeñas y variadas.
Una vez hayamos terminado con toda la masa, es el momento de degustarlas.
Se pueden acompañar con chocolate fundido, caramelo, miel, queso de untar o lo que cada uno prefiera.
¡A desayunar!
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