¡Temporada de ensaladas!
Con el calor que hace lo que más apetece son comidas fresquitas, que si salmorejo, que si gazpacho y como no, ensaladas.
Las ensaladas les encantan a todos en mi casa y yo las vario de vez en cuando para que no comamos siempre las típicas.
La mayoría se pueden hacer con tiempo para que estén fresquitas en la nevera. Siempre que no las aliñes, que no añadas lechuga ni hierbas frescas y que no piques el tomate hasta el momento de servir.
¿Qué se necesita?
- 160 g de Judías Verdes Congeladas
- 2 Tomates
- 1 Cebolleta Grande
- 125 g de Queso Mozzarella Fresco
- Orégano Fresco
- Pizca de Sal
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Vinagre de Vino Blanco
Vamos a hervir las judías verdes congeladas.
Ponemos un cazo con agua a calentar.
Al hervir, añadimos un poco de sal.
Cuando vuelva a hervir, añadimos las judías verdes sacadas en ese momento del congelador.
Volverá a hervir el agua y a partir de ese momento es cuando contamos 8 minutos.
Después de ese tiempo las quitamos el agua en un escurridor y las dejamos enfriar.
Una vez templadas, las podemos meter en un cuenco en la nevera para que estén frescas hasta el momento de servir.
A la cebolleta le quitamos la primera capa y la cortamos en láminas largas.
Metemos la cebolleta en un recipiente apto para el microondas, tapado durante unos 4 minutos.
Cuando pase ese tiempo la dejamos reposar para que se enfríe .
Cortamos la bola de queso mozzarella fresco, en dados, reservar.
¡Vamos a preparar la ensalada!
Ponemos de base las judías verdes frescas.
Troceamos los tomates gajos sobre las judías verdes.
A continuación, añadimos la cebolleta y los dados de mozzarella.
Aliñamos la ensalada con una pizca de sal, un chorrito de Aceite de Oliva Virgen Extra y un poco de vinagre.
Al servir en cada plato, colocamos encima de la ensalada unas hojas de orégano fresco.
¡A disfrutar!
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